Vida digna en el campo para los Jóvenes

 

Vida Digna en el campo para los Jóvenes


La población de campesinos rurales apuesta a la renovación generacional de agricultores y su participación protagónica de la juventud para asegurar la soberanía alimentaria, con el desarrollo de la agroecología y la provisión de alimentos sanos para la población, tener acceso a la tierra, capacitarse en el proceso de transición agroecológica y la relación entre jóvenes del campo y la ciudad que comparten los mismos problemas de fondo, como es la dificultad de acceso a la tierra y al crédito, la sobreexplotación de la juventud en el mercado laboral en general y su escaso acceso a la participación en los espacios de ciudadanía activa; principalmente por el control y poder que los gobiernos están cediendo a las grandes empresas transnacionales y el predominio de la agroindustria en casi todos los países, sea en los insumos, la producción misma o el mercado.



Retorno al campo

En los países desarrollados, un mínimo porcentaje de la población trabaja en el campo, a veces apenas el 1 o 2%, y su edad promedio oscila en torno a los 58 a 60 años, mientras que una mayoría de jóvenes de las comunidades rurales prefiere migrar a las ciudades en búsqueda de mejores condiciones de educación y trabajo.

En los países del Sur, la población rural es proporcionalmente mayor, también existe una fuerte migración de jóvenes a la ciudad, así que allí también se está envejeciendo la población campesina.  

No obstante, desde hace algunos años se está produciendo un fenómeno nuevo: una nueva generación de jóvenes urbanos quiere volcarse a la agricultura, y en particular a la agroecología, que considera una alternativa a la alienación de la vida moderna, la depredación ambiental y la alimentación malsana.  El principal obstáculo es el acceso a la tierra.  Esta es considerada como cualquier mercancía de compra y venta, y no como un valor social, junto con el fenómeno de acaparamiento de las tierras por grandes empresas, hace que el precio suba muchas veces a niveles desproporcionales, quedando fuera del alcance de una mayoría de jóvenes.

 


Por ahora existe una gran corriente de que “hay muchos nuevos agricultores y agricultoras, jóvenes con un buen nivel de educación motivados por la justicia social y temas ambientales o políticos, que ven a la agricultura como una manera de desarrollar una carrera que contribuya al mundo que quieren ver, en lugar de seguir haciendo daño al mundo y a la sociedad”.  Estos jóvenes agricultores optan, generalmente, por la venta directa de sus productos a los consumidores, cuya demanda ha aumentado gracias a un trabajo de concientización.  Pero ello significa que las granjas necesitan estar cerca de las ciudades, que es donde el precio de las tierras es justamente el más alto.  Es más, hay pocas oportunidades de crédito para tales iniciativas.


 

La formación es prioridad

Un problema relacionado es la pérdida del conocimiento tradicional y la necesidad de una formación en agroecología.  Muchos jóvenes campesinos considera que “los poderes han estado luchando para romper una transmisión familiar de mayores a jóvenes, de la agricultura local.  Esa información se ha ido perdiendo y hoy, los jóvenes que quieren acceder a trabajar la tierra no encuentran una sabiduría popular que los instruya o que los ayude a trabajar la tierra y a mantener los conocimientos que durante muchos siglos que se han ido trabajando.  Entonces la formación es una de las principales propuestas que se plantean los jóvenes y eso hay que apoyar desde cualquier espacio.

La agroecología es una visión ideológica, una forma de vida y una fuente de conocimiento que proviene de los ancestros. Se debe crear procesos agroecológicos y escuelas que rescaten esa gran variedad de experiencias positivas. 



Entre los retos que identifican, el mañana, está la necesidad de impulsar una mayor articulación de trabajo con los jóvenes de manera local, cada quien en su espacio, demostrando a los demás que es posible,

“Invertir en la juventud campesina ¡Sembrar presente para cosechar futuro!”